lunes, 6 de septiembre de 2010

MENSAJE DE LIDIA TRINIDAD ARDILES

Queridos compañeros de la promoción FOE :
Hoy desperté agradeciendo a Dios y a la vida por haber cruzado nuestros caminos hace más de 25 años y haber compartido momentos de mucha alegría y ocurrencias en las aulas de nuestro glorioso colegio “Santa Rosa de Viterbo”.
Ahora que cada uno de nosotros hemos hecho nuestro propio camino, con rumbos distintos, les deseo éxitos interminables en el presente y en el futuro, siempre al lado de sus seres queridos, y que sigamos uniéndonos más en el transcurso de la vida.
Lo más bonito que veo de todo esto, es que pesar de los años transcurridos muchos han construido amistades sinceras y sólidas que perduran en el tiempo y les felicito por ello a cada uno de ustedes. YO por motivos ajenos a mi voluntad me desligue totalmente de la promoción desde que salí del colegio, pero siempre tenia la esperanza de volver a reencontrarme con ustedes, y hoy se dio esta oportunidad, aunque físicamente no esté allí con ustedes en este reencuentro, espiritualmente estoy festejando y disfrutando cada uno de los acontecimientos.
Mi agradecimiento de corazón al compañero José Campos Reynoso quién fue el nexo para contactarme con muchos de ustedes, gracias a Aldito Cárdenas, Huguito Cermeño, Javier Mori , por comunicarse conmigo telefónicamente y a todos los que me escribieron por correo que recibí de distintos lugares de nuestro Perú querido y otros desde el extranjero, no se imaginan cuanta alegría he sentido al leer el correo de cada uno de ustedes, profesionales desempeñando buenos cargos, ya con hijos, en algunos casos todavía pequeños, en otros ya con más de 20 años que bonito no?
Bueno todavía mantengo encendida la fé reencontrarme con ustedes en cualquier momento, en cualquier lugar, en cualquier circunstancia, con los brazos abiertos y una sonrisa que debe ser nuestro emblema de lucha en este mundo tan difícil que nos ha tocado enfrentar y vivir, pero que como personas y profesionales debemos ir mejorando para inculcar valores espirituales, sociales y morales sólidos a nuestros vástagos, con el fin de construir un futuro mejor para nuestros descendientes, pues contribuyendo con un granito de arena cada uno de nosotros, mañana más tarde podremos decir orgullos: Esto es mi Huaraz y mi Perú.
Me despido con un fuerte abrazo y un hasta luego, nuevamente gracias por todo compañeros de la vida y amigos del alma, cuando estén por Lima pásenme la voz para ir a comer un cuycito al Tarwi (y despacharnos un Sport Ancash, que yo invito que sea la multa por no estar ahora con ustedes) o al Club Ancash o Huarás, sin duda muchos conocen.
Un abrazote, disfruten al máximo este reencuentro que para todos será inolvidable, que la vida es una sola, les ruego que no se olviden de enviarme fotografias del evento.
LIDIA TRINIDAD ARDILES